miércoles, 26 de febrero de 2014

3 secretos caseros para adelgazar efectivamente

10 kilos en 2 meses, o lo que es lo mismo, bajar de 70, ese es mi objetivo. Ayer me despedía, casi entre lágrimas, de mi adorado chocolate, atiborrándome descontroladamente de él justo antes de que dieran las doces. Esa era la fecha fijada para empezar mi “Dieta 2005″.

Hace 2 años ya hice otra dieta (llamémosle, en un arrebato de originalidad, “Dieta 2003″), en la que perdi casi 20 kilos en 3 meses; no sin esfuerzo y privaciones, pero la verdad es que mereció la pena, y con la misma mentalidad de entonces afronto éste nuevo desafío.

Según mi experiencia (aunque cada persona es un mundo) el secreto para adelgazar consta de 3 sencillos pasos:

1º) Alimentarse “bien”: Es decir, comer variado y sin abusar (en ningún caso pasar hambre). Basicamente consiste en restar chocolates, dulces y fritos, y sumar fruta, verduras, pescado, etc… a tu alimentación diaria. Con eso, y respetando el orden (o sea, no comer entre horas), es suficiente.

2º) Hacer ejercicio: Para mí este punto es mucho más importante que el primero. Hacer deporte a diario, además de quemar calorías, hace que la sensación de apetito disminuya, y encima te pones en forma, ¡¡¡ 3 en 1 !!!. Y es más sencillo de lo que pueda parecer: Un ameno paseo de una hora es el mejor ejercicio. Yo, para variar, lo intercalo con bicicleta, jugar a las raquetas, y la natación (en Verano). Además, mientras estoy de dieta, me olvido de que los ascensores existen: escalera que veo, escalera que subo.

3º) Mentalización: De nada sirven las buenas intenciones iniciales si uno no está plenamente convencido de querer lograr su meta. Para que el ímpetu inicial no decaiga a las pocas jornadas, además del cuerpo hay que ejercitar la mente, motivándola a diario a seguir en la lucha. Tener la mente fuerte hará que todo sea mucho más facil; y cuando las tentaciones acechen el secreto será dar la vuelta a la tortilla, y convertir las debilidades en fortalezas. Por ejemplo: qué ves un apetitoso helado de chocolate, recubierto de tiernas virutas de trufa, gritándote “cómeme”, pues tú ese pensamiento lo transformas en un “no me comas, y con lo que te ahorres de helados en 2 meses te haces un regalito de mi parte”. Así de fácil ! ¿o no?

Bueno… se admiten apuestas de cuantos días aguantaré…

El antes y después en una dieta

Ni estoy apretando barriga, ni es obra del “potoshop”, ni son dos personas diferentes, ni es un pokemon que ha digievolucionado (pika pika pikachu!), ni nada de nada. Es, simplemente, la suma de dieta y deporte ! Dejando a un lado las estrías y el frondoso pelaje que cubre mi espalda, ¿no está nada mal, verdad?

Ahora queda ver cuanto me dura la “flacura”, porque no tengo intención de privarme de nada. Y es que mi segundo apellido es “efecto yo-yo”, pero no me preocupa. Aunque la primera semana de dieta es bastante dura, la verdad es que una vez pasado el trauma inicial, no es nada difícil, y creo que me viene genial de vez en cuando desintoxicar mi cuerpo de toda la basura que le meto. Además, en esta ocasión, mi propósito es seguir haciendo deporte, a ver si lo consigo, pero no prometo nada, ¿eh?

Ya de paso, y como diría un político, aprovechando la coyuntura, estoy dispuesto a rentabilizar cada gota de sudor que he derramado, cada kilojulio de grasa que he quemado. Mi idea es vender mis fotos “del antes y del después” al mejor (im)postor: a esa diabólica persona que quiera usarlas para anunciar alguno de esos productos-milagro de adelgazamiento que emiten en las teletiendas de las 4 de la madrugada en entretenidos comerciales de musculados presentadores, retorcidamente yanquis pero con voz sudamericana, de amplia y estudiada sonrisa. No me importa que el producto sea un placebo, o sea catastrófico para la salud, que sea vergonzosamente caro y que obligue a aniquilar a las ballenas y a talar toda la selva tropical para producirlo… yo no soy de esos que se andan con escrúpulos ni rodeos cuando hay unas pocas decenas de euros de por medio. ¿Es que acaso titubearon un segundo siquiera los anunciantes de esa lejía que prometían venía del futuro? Y una mierda del futuro ! Desde aquel día ya no me creo nada de lo que sale en TV (excepto a los políticos), ni me tiembla la voz ni el pulso si he de mentir, estafar o calumniar. Pero no se asusten, amiguitos, en el fondo soy un cacho de pan. Pan integral claro, que hay que mantener la línea.

De fajas, parches y alcachofas

Siempre he sido una de esas personas que es mejor no contarle un secreto, pues tengo la fea costumbre de, sin querer queriendo, no poder guardarlo. Fulanito: “Hola Javi, que buen día hace hoy, ¿verdad?”. Yo: “Pues sí, eso mismo decía Menganito justo antes de que me contara lo que le ha pasado”. Fulanito: “¿Que le ha pasado?”. Yo: “Lo siento, es que no puedo decirlo, prometí no contarlo”. Fulanito: “Bueno, no importa. Cambiando de tema…”. Yo: “Vaaale, te lo cuento, pero no se lo digas a nadie. Mira…”. Si mi actitud ya de por si es reprochable e indigna, la verdad es que es aún peor, pues mi traviesa imaginación suele añadir detalles de mi propia cosecha a la historia, e incluso difundir falsos rumores (como el de la niña, el perrito y Ricky Martin), con el único fin de buscar enemistad y enfrentamiento entre la gente. Pero lo hago sin ninguna maldad, y eso nadie lo valora. Me pasa como a Savater, es tan sólo un defectillo de nacimiento, como el que nace con una verruga, no se lo puedes tener en cuenta.

Sobre mi dieta en cambio me prometí jamás contar realmente en que consistió, pues podía serle útil a la comunidad. Publiqué mi foto del antes y el después con el ruín propósito de dar envidia, de esperar a que mucha gente me viniera de rodillas suplicando una explicación. Luego pensé que podría sacar dinero de la desesperación de esas miserables almas, y abrí mi propia tienda de fajas reductoras. Al principio no vendiamos nada, pero fue ponerle la estampa de “Anunciado en TV” y nos las quitaban de las manos. A 59.95$ le ganabamos 59.90$ por cada unidad vendida; no tardé en hacerme asquerosamente rico. Decidí entonces retirarme, y marché para California. Allí todas las tardes jugabamos unas timbas de póker Michael Moore (gran amigo mio desde que le regalé una faja), la Pantoja de Puerto Rico y un viejo verde senil, un tal Mark Felt (que con su camiseta de “yo soy garganta profunda” se vanagloriaba de ser el presidente del club de fans de Linda Lovelance). Con éste último tuve mis mas y mis menos, hasta tal punto que un día nos jugamos nuestras respectivas fortunas. Le dije (pensando que tan mayor no duraría mucho): “Quien consiga aparecer antes en la portada de un periódico de prestigio gana”. Y va el muy cabrón y suelta lo del Watergate, anda que no se lo tenía bien callado. Pues nada, ahora ya estoy de vuelta, arruinado una vez más, pero la vida me ha dado una bonita lección: Los ancianos a encerrarlos en los geriátricos. Yo como agradecimiento desvelaré hoy mi dieta.

parches reductores, que gran invento
(foto tomada “prestada” de iXine)

Ahora toca ponerse serio, y advertir eso de “niños no hagais esto en casa”. Una dieta es algo peligroso y se necesita supervisión de un especialista. Yo pierdo kilos facilmente por mi metabolismo pero cada persona es diferente. Una verdadera dieta para perder muchos kilos rapidamente no existe, pues lo que hay que aprender es a reeducar la alimentación y nuestros hábitos de vida. Mi primer consejo es que aprendan un poco de nutrición, que lean algún libro serio (no valen los consejos dietéticos de la revista super pop). Yo leí “Adelgazar. Hablemos claro“. Luego estudien que alimentación y que deporte seguir con algún profesional. A modo de ejemplo dejo lo que yo comí y el deporte que realicé.

Comidas


* Para desayunar: Cola Cao light con leche desnatada.
* A media mañana: Una pieza de fruta (una pera, un melocotón, etc…)
* Para comer: 2 días a la semana pescado (Dorada al horno con patatas doraditas), 2 días carne (filete de pollo con arroz cocido), 2 días pasta (spaghetti de verdura con un poco de salsa de tomate frito) y otro día lentejas (sin cosas grasientas). Para beber coca cola light.
* Para merendar: A veces tomaba algún yogurth desnatado.
* Para cenar: Algunos días Tortilla francesa (sólo con la clara del huevo, quitando la yema) con una latita de atún natural; Otros días Vuelta y vuelta (de pavo) con champiñones; y otros días solamente fruta (melón, sandia, naranja, fresas). Hubiera estado bien cenar también ensaladas, pero no me gustan.
 
Deporte

* Todos los días de la semana (salvo uno o dos de descanso) o una hora andando rápido (jogging a veces), o entre 30 y 60 minutos de bicicleta estática.
Bueno, al final no me haréis caso, y seguro que empezáis a buscar páginas de adolescentes con anorexia para que os den consejos de como vomitar, o buscareis en google en que consiste la dieta de la alcachofa o del chocolate y cosas así. Bendito Internet !

Los hombre fingimos mejor los orgasmos

Prueba científica demuestra cuando las mujeres fingen un orgasmo

Expertos científicos de la Universidad de Groningen, en Holanda, […] utilizaron unos lectores de actividad cerebral para demostrar que durante el orgasmo, diferentes áreas del cerebro son estimuladas, las mismas que no se activan si la mujer está fingiendo.

“Las mujeres pueden imitar bastante bien los orgasmos - dijo Gert Holstege en un encuentro sobre fertilidad- pero (cuando lo hacen), en el cerebro no está pasando nada realmente”.

Cuando las mujeres tenían un orgasmo genuino, se desactivaban las áreas del cerebro relacionadas con el miedo, la emoción y la conciencia. En cambio, esas áreas seguían en alerta cuando las mujeres fingían.

Para los hombres, las lecturas durante los orgasmos fueron menos concluyentes, de acuerdo con Holstege.

[vía cpn radio]

Como las hemorroides, los hombres sufrimos en silencio otro gran secreto, una verdad conocida y guardada por todos y que hemos ocultado a las féminas desde el principio de los tiempos: El sexo no nos gusta. Vamos por la vida simplemente mendigando un poco de afecto y compañía, comprensión, alguien con quien hablar, buscando a esa persona que sepa escucharnos, en resumidas cuentas: amistad. Y para conseguirlo no dudamos en pasar por un auténtico calvario.

Porque ellas no, ellas siempre van al grano. Las llevamos de noche amablemente al portal de su casa, les damos un decoroso y casto beso de despedida en la mejilla, mientras cruzamos los dedos para que no nos pida subir arriba a “tomar algo” (frase metafórica cuyo verdadero significado es “¿te hace un kiki?”). Como somos tontos pues nos dejamos embaucar, y al final pasa lo que pasa, por no decirles que no, por no herirlas, cedemos a sus chantajes emocionales y tenemos que estar allí 22 minutos haciendo puro teatro. El climax es el momento más temido: Porque no es nada fácil de repente, cuando llevas un cuarto de hora pensando que ese techo necesita otra manita de pintura, o entretenido con las divertidas sombras que proyecta la luz de la lámpara en el suelo, tener que simular extremo placer, poner caritas raras, e incluso lanzar algún gritito, para así hacer que la chica se crea que es una Diosa del Sexo o la nueva Teagan Presley. Nos merecemos un Oscar de la Academia por cada actuación. Y todo nuestros esfuerzos para dejarlas satisfechas y felices (de posturita a posturita cada cual mas extravagante -áquello se asemeja a un ejercicio gimnástico-) para que así quieran charlar un poquito y seguir con nosotros son en balde, porque cuando todo llega a su fin se quedan dormidas en un plis plas, y luego ya si te he visto no me acuerdo. Afortunado eres si al siguiente fin de semana no se ha liado ya con otro. No me extraña que esos lectores cerebrales no sean capaces de detectar que fingimos los orgamos, es una técnica que llevamos perfeccionando desde hace millones de años.

En cualquier caso todas estas calamidades las compensamos cuando nos casamos, pues el simple hecho de poder ir el día de nuestra boda al peluquero, vestir de etiqueta, ponernos super guapos, ser el centro de atención de la fiesta y sentirnos como un príncipe azul de cuento de hadas, sólo por esos motivos merece la pena seguir fingiendo toda la vida y aguantar a nuestra insensible esposa para el resto de nuestros días.

Descubre al ecologista que llevas dentro

Sospechosamente en los últimos días la misma irritante mosca cojonera (a modo de noticia) chicharrea en los medios, “Hoy se ha vuelto a batir el record de consumo de electricidad“. [Una vena, con ganas de estallar, se me empieza a hinchar en la frente] Vamos a ver… [aquí vendría un insulto de esos que luego, en las puertas del cielo, mientras San Pedro examina la lista de mis pecados, me arrepentiría de haber escrito]… So lerdos, ¿Que esperaban? A medida que aumenta la temperatura, aumenta el consumo eléctrico en el hogar. Es de perogrullo, una consecuencia completamente lógica y que siempre ha sido así. ¿Por qué éste año tanta insistencia en algo evidente? ¿Por qué tantas ganas de crear remordimientos de conciencia entre la gente? Rápidamente todos, como perros sarnosos y rabiosos, ya bien amaestrados por vuestros amos, os abalanzareis sobre mi, ladrando de carretilla la lección que os acaban de enseñar: “Pues para sensibilizarnos de la importancia de ahorrar energía”. Bravo… ¿pero ustedes veis que en el congreso de los diputados, en el senado, en la moncloa, en la zarzuela, en el despacho de algún ministro, o en el mismo plató desde donde están dando esa noticia tengan apagado el aire acondicionado? ¿no, verdad?. ¿Por qué nos cuentan ese rollo a los ciudadanos y no a las empresas, que son las que realmente gastan y contaminan?. Las respuestas a todo esto y más en un salto de línea.

Seguramente hace unas semanas algún politicucho metido a presidente (llamémosle Z) mandaría un e-mail a algún magnate mediático (llamémosle P), con copia a la directora de alguna televisión pública (llamémosle C):

Querido P, nuevamente te necesito.

Estamos estudiando subirnos el sueldo este año un 25% para poder equipararnos a lo que ganan los mandamases alemanes y americanos (bueno, además tenemos que costear los gastos de nuestra mala gestión, y el derroche absurdo derivado de las promesas electorales -como las operaciones gratuitas de cambio de sexo en Andalucía para así ganarnos el importantísimo y creciente voto transexual-). Como ves siempre comprometidos en que el país se ponga al nivel de las primeras potencias mundiales en todo. Para poder afrontar tal desembolso ya hemos recortado gastos, disminuyendo las posibles inversiones en autovías, escuelas y hospitales; y obtenido fondos, vendiendo armas a países de democracias consolidadas, pero las cuentas siguen sin cuadrar. Necesitamos recaudar más dinero. Y ya sabes lo susceptible que es la gente si no lo hacemos bien. Por lo tanto pondremos en marcha un nuevo impuesto al consumo eléctrico, pero lo camuflaremos tras el bonito disfraz de una concienciada preocupación ecológica. Como la sociedad es un poco lenta para estas cosas necesitamos que le ayudéis a que se den cuentan de lo mucho que necesitan un impuesto así, y en lugar de rechazarlo lo defiendan como si les fuera la vida en ello. Ya podéis empezar a allanar el camino (martillearlos todos los días con advertencias de lo terrible que es para los ríos y los campos españoles el encender el ventilador).

Confío en que haréis un gran trabajo, ya sabes que no olvido los favores prestados.
Un fuerte Abrazo. Z.

P.D.: C actúa en consecuencia, y de paso intenta detener la sangría de telespectadores de una puñetera vez.

En Londres, hace unos meses, los gobernantes se sacaron de la manga un pago por circular dentro de la ciudad. Es decir, además de los numerosos impuestos que ya cargan la gasolina y la circulación, se inventaron otro para poder usar el coche en el downtown, con la excusa de reducir los atascos y la contaminación (justo donde se encuentran los centros de trabajo, por lo que la gente está obligada a ir allí cada día, y por lo tanto pasar por caja). Me fascinaba ver por TV como la gente aquellos primeros días en lugar de reflexionar y darse cuenta de que era una medida injustificada, la apoyaba acaloradamente. Y ahora, pasado el tiempo, con el mismo flujo de vehículos y embotellamientos que entonces, pero pagando, nadie pregunta a los políticos que demonios están haciendo con el dinero recaudado.

Aquí y en todas partes los gobernantes han aprendido hace ya mucho, que se puede anular el sentido común de las personas cuando lo deseen, y transformar su ira en ferviente apoyo, si se les aplica la dosis correcta diaría de atontamiento. Consumimos la energía que estrictamente necesitamos pues ni mucho menos la regalan.

Si se han quedado con ganas de mas (sois bastantes viciosillos, ¿eh?), uno de mis reporteros mas dicharacheros (Pakito alias “El granaino”) da su opinión al respecto: “No me jodáis”

Madrugar de una manera práctica

Hoy voy a hablar de como conseguir madrugar sin esfuerzo. Esto es, como todas las dietas de adelgazamiento sin esfuerzo, seguramente falso, asi que pagare vuestra paciencia leyendo este metodo probandolo en mis propias carnes y contandoos que tal me ha ido.

La mayoria de la gente se va a la cama dependiendo de la hora a la que tiene que madrugar. Uno piensa que como se va a levantar temprano lo mejor es irse ya a la cama, aunque no tenga mucho sueño de momento. Esto provoca pasarse a veces un largo rato sin dormirse, y luego por la mañana regateamos el tiempo con el despertador, segun el sueño que tengamos. Pero asi estamos mal acostumbrando al cuerpo. Nuestro cuerpo es inteligente, pero es como un niño pequeño, hay que educarlo.

En el experimento original el autor nos cuenta que se levanta todos los dias a las 5 de la mañana. Esto me parece un poco demasiado asi que yo voy a poner como hora las 7 de la mañana. La cuestion es levantarse todos los dias a las 7 de la mañana, los 7 dias de la semana!, e irse a dormir solo cuando se tenga sueño. Se supone que el cuerpo es suficientemente inteligente como para darse cuenta de que se tendra que levantar a esa hora, y que es tiempo ya de irse a dormir. Ademas no te vas a dormir a una hora fija, sino que depende del dia, ya que no es lo mismo que acabes de escalar el himalaya a pasarse el dia tirao en la playa.

Las ventajas que tiene el metodo es que el cuerpo se despertara de una forma natural a las 7 de la mañana, ya que sabe que es la hora de despertar. ¿A quien no le ha pasado que se ha despertado justo antes de que suene el despertador?. Ademas te levantas con menos esfuerzo y estas mas despierto por el dia, y todo ello con menos horas de sueño de las habituales. Yo lo hago con el proposito de que me cueste menos madrugar, y de conseguir unos minutos extra al dia, que me vendran bien ya que ultimamente estoy a mil cosas y no tengo tiempo para nada.

Todo esto suena muy bonito pero, ¿sera verdad?. La mayor desventaja que le veo es para los fines de semana… de todos modos yo tratare de comprobarlo. Ya os contare.