miércoles, 26 de febrero de 2014

De fajas, parches y alcachofas

Siempre he sido una de esas personas que es mejor no contarle un secreto, pues tengo la fea costumbre de, sin querer queriendo, no poder guardarlo. Fulanito: “Hola Javi, que buen día hace hoy, ¿verdad?”. Yo: “Pues sí, eso mismo decía Menganito justo antes de que me contara lo que le ha pasado”. Fulanito: “¿Que le ha pasado?”. Yo: “Lo siento, es que no puedo decirlo, prometí no contarlo”. Fulanito: “Bueno, no importa. Cambiando de tema…”. Yo: “Vaaale, te lo cuento, pero no se lo digas a nadie. Mira…”. Si mi actitud ya de por si es reprochable e indigna, la verdad es que es aún peor, pues mi traviesa imaginación suele añadir detalles de mi propia cosecha a la historia, e incluso difundir falsos rumores (como el de la niña, el perrito y Ricky Martin), con el único fin de buscar enemistad y enfrentamiento entre la gente. Pero lo hago sin ninguna maldad, y eso nadie lo valora. Me pasa como a Savater, es tan sólo un defectillo de nacimiento, como el que nace con una verruga, no se lo puedes tener en cuenta.

Sobre mi dieta en cambio me prometí jamás contar realmente en que consistió, pues podía serle útil a la comunidad. Publiqué mi foto del antes y el después con el ruín propósito de dar envidia, de esperar a que mucha gente me viniera de rodillas suplicando una explicación. Luego pensé que podría sacar dinero de la desesperación de esas miserables almas, y abrí mi propia tienda de fajas reductoras. Al principio no vendiamos nada, pero fue ponerle la estampa de “Anunciado en TV” y nos las quitaban de las manos. A 59.95$ le ganabamos 59.90$ por cada unidad vendida; no tardé en hacerme asquerosamente rico. Decidí entonces retirarme, y marché para California. Allí todas las tardes jugabamos unas timbas de póker Michael Moore (gran amigo mio desde que le regalé una faja), la Pantoja de Puerto Rico y un viejo verde senil, un tal Mark Felt (que con su camiseta de “yo soy garganta profunda” se vanagloriaba de ser el presidente del club de fans de Linda Lovelance). Con éste último tuve mis mas y mis menos, hasta tal punto que un día nos jugamos nuestras respectivas fortunas. Le dije (pensando que tan mayor no duraría mucho): “Quien consiga aparecer antes en la portada de un periódico de prestigio gana”. Y va el muy cabrón y suelta lo del Watergate, anda que no se lo tenía bien callado. Pues nada, ahora ya estoy de vuelta, arruinado una vez más, pero la vida me ha dado una bonita lección: Los ancianos a encerrarlos en los geriátricos. Yo como agradecimiento desvelaré hoy mi dieta.

parches reductores, que gran invento
(foto tomada “prestada” de iXine)

Ahora toca ponerse serio, y advertir eso de “niños no hagais esto en casa”. Una dieta es algo peligroso y se necesita supervisión de un especialista. Yo pierdo kilos facilmente por mi metabolismo pero cada persona es diferente. Una verdadera dieta para perder muchos kilos rapidamente no existe, pues lo que hay que aprender es a reeducar la alimentación y nuestros hábitos de vida. Mi primer consejo es que aprendan un poco de nutrición, que lean algún libro serio (no valen los consejos dietéticos de la revista super pop). Yo leí “Adelgazar. Hablemos claro“. Luego estudien que alimentación y que deporte seguir con algún profesional. A modo de ejemplo dejo lo que yo comí y el deporte que realicé.

Comidas


* Para desayunar: Cola Cao light con leche desnatada.
* A media mañana: Una pieza de fruta (una pera, un melocotón, etc…)
* Para comer: 2 días a la semana pescado (Dorada al horno con patatas doraditas), 2 días carne (filete de pollo con arroz cocido), 2 días pasta (spaghetti de verdura con un poco de salsa de tomate frito) y otro día lentejas (sin cosas grasientas). Para beber coca cola light.
* Para merendar: A veces tomaba algún yogurth desnatado.
* Para cenar: Algunos días Tortilla francesa (sólo con la clara del huevo, quitando la yema) con una latita de atún natural; Otros días Vuelta y vuelta (de pavo) con champiñones; y otros días solamente fruta (melón, sandia, naranja, fresas). Hubiera estado bien cenar también ensaladas, pero no me gustan.
 
Deporte

* Todos los días de la semana (salvo uno o dos de descanso) o una hora andando rápido (jogging a veces), o entre 30 y 60 minutos de bicicleta estática.
Bueno, al final no me haréis caso, y seguro que empezáis a buscar páginas de adolescentes con anorexia para que os den consejos de como vomitar, o buscareis en google en que consiste la dieta de la alcachofa o del chocolate y cosas así. Bendito Internet !

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